Has estado saliendo con tu novia desde hace ya más de dos años. A menudo te quedas hasta tarde en el verano y los fines de semana y llegas a casa ya mucho después de que el resto de tu familia se haya ido dormir.
Todas las noches conduces por caminos rurales desiertos de regreso a casa después de una velada agradable con tu novia. Durante el viaje te ves abrumado por el miedo y el pensamiento de que cuando llegues a tu casa encontraras a tu familia muerta en sus camas. Cada noche al llegar revisas la habitación de tu hermana y te aseguras de que este bien, y te tranquilizas también al escuchar el murmullo de los ronquidos de tu papa al pasar por la habitación de tus padres.
Te ríes de tus tontas preocupaciones y te vas a dormir. Finalmente una mañana decides contarle a tu mama acerca de tus temores nocturnos en medio de una conversación jovial y una risa agradable. Mientras le hablas de ello la mirada en su rostro cambia radicalmente. Ella se aparta el cabello de su frente conforme dice “Oh cariño, pero si tú ya sabes que fuimos asesinados hace 2 años”
Y gritas horrorizado al ver el agujero de bala en su frente.
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